la harley del motero vengador

Romance del motero vengador

Perdiendo el tiempo por la web, me encontré con esta lírica épica, El Romace del motero vengador. Y no tuve mas remedio que compartirla contigo. Quiero recalcar que el autor no soy yo, y tomando en consideración, que algunos latino-americanos necesitaremos traducción (…) aquí les dejo esta obra.

ROMANCE DEL MOTERO VENGADOR

Helo, helo, por do viene – el motero vengador,
motorista a toda leche – en una moto veloz.
La su chaqueta de cuero – el casco en rico color,
sus botas de gran refuerzo – su mirada da terror.

La moto compróla en Francia – por lo mucho que se ahorró
los escapes sin embargo – en un taller de Alcorcón,
las horquillas invertidas – y las llantas de aleación
se las choró a un coleguita – que estampó contra un camión.

Siete veces la ha gripado – por sobrado de pasión
y otras tantas la ha trucado – porque corriese mejor.

Va feliz por la carretera – es domingo y hace sol,
cuando al salir de una curva – observa con estupor
que un volvo háse cruzado – ¡cruzado se ha en un stop!

El freno agarra con fuerza – pero no le sirve ¡no!
Ya se saltan por los aires – moto y \»motoreador\»;
por allí vuela el tubarro, – por allá salta el motor,
el bastidor se ha doblado – que ya no hay arreglo, ¡no!

El volvo, por el contrario, – está entero y sin dolor
que se hizo en acero sueco – y no hay acero mejor,
apenas en la pintura – hay muestras de un desconchón.

Cualquiera que contemplase – vio algo desolador,
al motero por el suelo – se le sube la color,
su montura hecha pedazos – por culpa de ese cabrón
que tuvo la feliz idea – de saltarse aquel stop.

Ya levantáse el motero – ¡A pedir explicación!
y en llegándose hasta el coche – abre la boca el señor
que ni en bajarse del auto – háse dignado el mamón.

Bien oiréis lo que le habló – ese perro conductor:
\»¿Do vais motorista loco? – ¿No veis que venía yo?
Sois juventud alocada – sois macarra y drogadón,
y prohibir ya deberían – tu artefacto volador\».

El motero aquesto oyendo – en cólera vil montó
Y hablóle el buen motorista – bien oiréis lo que contó
lo que espetóle a ese tipo, – ¡al maldito conductor!:

\»¿Serás cerdo y mal canalla, – hideputa y bujarrón?
¿Tu me hablas a mí, perro, – puto gordo y conductor,
que por no cambiar de marcha, – ni doblar el barrigón
has cruzado en tu mierda volvo, – saltado háste el stop?

Crees que te cubre el seguro – y que tienes la razón
y que como vas en coche – y yo en moto veloz
te vas a ir de rositas – aún saltándote el stop.
¡Pues lo tienes chungo, tío! – lo tienes de mal color\».

Y en diciendo esto el motero – ¡el motero vengador!
se le saltó hasta el cuello – al cuello del \»volvodor\»,
le agarró por las solapas – y del coche lo sacó.

Allí le plantó dos puños – que atontado lo dejó
Allí le dio con el casco – y los morros le estampó
Allí le partió la boca – con el candado pitón
Allí le sacó los ojos – y los puso en el capó.

Y para que todos supieran – lo que allí aconteció
con el escape del volvo – allí mismo lo empaló
Y le puso en el costado – un escueto cartelón:

\»AQUÍ MUERE UN HIDEPUTA – POR SALTARSE EN UN STOP
Y EL QUE ME MATÓ NO ES OTRO – ¡QUE EL MOTERO VENGADOR!\»

Por ALEX TORNASOL – Revista MOTORCYCLE PERFORMANCE
Nº 28 – Abril 1998

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