Dice la leyenda, que cuando mas contento estas en la ruta, aparece, de la nada, un objeto misterioso y maligno, se mueve entre las protuberancias del asfalto a su antojo y sin control, y cuando menos te lo esperas… tienes una llanta ponchada en tu moto ¡¿es acaso una maldición?!
Aclaro lo de la leyenda por que yo nunca he pinchado en el camino. Tengo tanta suerte, al menos en eso, que siempre llego a mi destino. Y un día después, fresquesito y relajado, me doy cuenta de la llanta «apachurrada» ¡diablos! que acaso pincho en la rampa de la cochera si no, no me explico.
De que te toca llanta ponchada, te toca.
Pero sea en carretera, un bosque o en tu casa, toca echar llanta. A menos que seas un fresita con seguro premium, y le hables a la grúa/taller a que te saquen del apuro. Si no es así arremangate, saca tu herramienta y ármate de valor para hacer esta ingente actividad. Dicen que unas cervezas ayudan, quien sabe. Dependiendo de tu habilidad con las manos (para referencias preguntar a la novia-o) te tardaras entre media hora y una tarde entera. Máxime si te pasa como a mi, que ya hecha toda la faena, decidí que mi llanta estaba muy «chata» y mejor cambiarla. Oootra vez hacer la misma talacha para poner el neumático nuevo, ufff.
Para no andar en peripecias lo mejor es por adelantado tomar la decisión de, en su caso, seguir usando la misma llanta o no, y lo mismo con la cámara. La mía solo tenia una reparación previa, pero si ya esta muy vieja y reseca, la válvula se ve sospechosa o tiene mas parches que la chamarra de un viejo biker, mejor comprar una nueva. De todas maneras tienes que cambiarla y por marro tendrás doble chamba.
Algo que te soluciona mucho la vida, que no toda, es tener la herramienta adecuada. En este caso no es mucha la que ocupas, un par de llaves y es todo. Excepto por los famosos desmontes, especie de palancas que te ayudaran a quitar y poner la llanta en el rin, sin arriesgar la cámara dentro, y evitar un disgusto cuando ya este todo armado. Si no los tienes ve ya, ¡ahorita! antes que se te olvide, y cómprate un par de estos, me lo agradecerás.
Es algo castroso
Hay muchos trabajos en la moto que me gusta hacer, Y en serio me gusta ensuciarme de grasa y andar por ahí todo asqueroso. Pero arreglar una llanta ponchada… que te diré, poco menos que me saca ronchas! siendo una persona mas o menos habilidosa (bueeeno, eso me han dicho) me cuesta un web… y me tardo muchísimo. Hasta ahora los dioses moteros me han protegido de ponchar en ruta, pero el día que me pase, ¡que me agarren confesado!
Pero lo que mas detesto de un pinchazo, por sobre todas las cosas, es que por mas que me las ingenie, le busque y rebusque, y le haga como le haga, NO SE PUEDE DEJAR PARA DESPUES.
Excelente aportación bien explicado y sin comentarios ni maniobras innecesarias, te felicito mucho y te agradezco mas
Gracias carnal, un saludo ✌