¿Alguna vez has percibido el olor del humo azul? ese olor tan peculiar del aceite quemado en un motos 2T, en peligro de extinción…
Bajando el motor
–Van a bajar el motor de esa motoneta– dijo el chino –lo desarman, lo checan y lo arman bien porque va a prender— todos nos quedamos mirando, en serio esa ranfla prende? observamos el cacharro de cerca, un scooter al parecer Honda modelo desconocido con un motorcillo 100cc de dos tiempos, partes caídas, plásticos rotos, aceite por todos lados, una «joyita».
Respiramos hondo y arrancamos con la faena, –desconecta los cables y mangueras– dijo el güero, y seguido de los tornillos en 20 minutos el motor estaba afuera, el motor desmontado se veía peor y cuando lo abrimos… pistón rallado, cilindro igual, la banda no servía ni el clutch centrifugo, la cabeza girada 90 grados de su posición, bomba de aceite amarrada con un alambrito, empaques de mas en unos lados, en otros sin empaques, milagrosamente los baleros estaban pasables y la admisión por laminas y carburador se veían bastante bien.
Sacamos todo el cagadero y a limpiar se ha dicho, con una mezcla secreta del chino. En eso si se nos fueron un par de horas, cepillos, espátulas, franelas y todo lo que estuviera a la mano no ajustaba para sacar todos lo residuos del motorcillo.
El armado
Por fin cada pieza quedo inmaculada e iniciamos con el duro proceso de armar algo que estaba mal armado desde un principio, y el descifrar la correcta posición de algunas cosas fue un autentico rompecabezas.
Un nuevo día, y teníamos la ansiedad por acabar con la maquinilla, últimos retoques, algún remiendo de ultima hora y a montar en la motoneta de nuevo. Una hora después conectando una batería externa y con gasolina de una botella de coca le damos al starter…
Start, aparece el humo azul.
chirr chirr chirr – pof pof
chirr chirr bac bac Raaamm
RAMMM RAMM RAAAAMM RAAAMMM
VIVE! El artefacto funciona, y mientras escuchamos el característico zumbido de un dos tiempos, el salón se empieza a llenar de humo, ese bendito humo azul de aceite quemado que en otro momento hubiera detonado la alarma, en ese momento fue fue el símbolo de triunfo y orgullo, saturando nuestros pulmones de enorme satisfacción (y muchos hidrocarburos)
ME ENCANTO, ese olor se quedara en mi memoria toda la vida, el sonido del escape petardeando y el sentimiento de logro serán un trofeo para conservar para siempre, después de todo, si prendió la ranfla.